La arquitectura es un componente único de la cultura de un país tanto más como su lenguaje, música, arte, literatura o comida. La arquitectura es también el componente cultural más visual de aquellos: las pirámides de Egipto, los rascacielos de Nueva York, un templo en Japón y los domos de Rusia. Todos ellos transmiten una imagen única.
Esto es llamado “genius loci" (el espíritu de un lugar). Cada país tiene su propio genius loci, su propia unicidad. La arquitectura vernacular se compone de materiales locales se deriva de costumbres locales, técnicas que han sido traspasadas de generación en generación.
Sin embargo, la arquitectura vernacular en la mayoría de los países africanos está desaparecida, siendo abandonada y reemplazada por materiales y técnicas occidentales.
Hay tantas razones sobre por qué eso está ocurriendo, pero la razón principal es el mito más grande sobre arquitectura vernacular: la percepción negativa asociada al término. Mientras los materiales y las técnicas de construcción occidentales son vistas como correctas, modernas, permanentes y para la gente adinerada, lo vernacular es visto como deficiente, anticuado, temporal y para la gente pobre. Estas visiones no son sólo de las sociedades occidentales, sino también el pensamiento de la gente en África.
Por ejemplo, en Malaui (África) los muros se construyen utilizando barro en tres diferentes maneras: en el primero, se construye un marco de madera, cañas o bambú, al que se le aplica barro. Una segunda técnica es una construcción de tierra apisonada y barro comprimido, en un marco de madera. Otra técnica es la fabricación de ladrillos con barro comprimido en una forma inicial y luego son secados, dejándolos al sol o apilados en una patrón -llamado kiln- con aberturas en la parte inferior de donde a la madera se le prende fuego.
Recientemente, gasté tres semanas dirigiendo una investigación en Malaui, documentando arquitectura vernacular y mientras estaba ahí, me di cuenta del fuerte deseo por materiales modernos, en particular, por las cubiertas de metal y ladrillos cocidos. Aquí, los ladrillos cocidos son frecuentemente usados por su durabilidad, pero el costo es la increíble cantidad de madera necesitada para quemar los ladrillos, lo que contribuye al problema de la deforestación en el país africano.
A través de entrevistas, aprendí que mientras las estructuras construidas de ladrillos secados al sol han durado casi 20 años, los muros de tierra apisonada sobreviven incluso más tiempo. En términos de durabilidad, esto los hace comparables a la construcción de ladrillos cocidos.
Sin embargo, los muros construidos con ladrillos cocidos son considerados modernos y por lo tanto, deseables. En mi investigación, me di cuenta de un interesante detalle a través del país: las estructuras de barro están cubiertas para proporcionar protección contra los elementos, pero las estructuras construidas con ladrillos cocidos a veces dejan un lado -o una porción de ella- sin revocar. Esto sirve al propósito de mostrar a la comunidad que la estructura fue construida utilizando ladrillos cocidos.
¿Hay validez en estas creencias? La respuesta corta es sí. Cuando uno piensa en una choza de barro, se viene a la mente la imagen de una estructura de barro y paja en ruinas. El hecho es que la gente construye según la economía: pueden construir solo lo que pueden permitirse costear. Otro ejemplo son los techos de paja, los cuales hacen uso de un material viable y realista. La paja es usada en muchos países europeos donde las cubiertas deben ser capaces de soportar cargas de nieve. El factor importante es el espesor de la cubierta: una adecuada cubierta de paja tiene 30,5 centímetros, es a prueba de agua y puede durar unos 50 años. El problema es que la gente que vive en pueblos africanos no pueden costear esa cantidad de paja. Como resultado, es una cubierta mucho más delgada que necesita ser reparada año tras año. Esto lleva a desear tener una techumbre metálica.
Las cubiertas de metal son un definitivo símbolo de estatus de riqueza. Un propietario que entrevisté en mi investigación señaló que él quería una cubierta de metal porque entonces "él podría ser alguien". Eso muestra qué tan poderosa es esta percepción. Aunque es verdad que una cubierta metálica no requiere reparación o ser reemplazado cada año y no es un peligro de incendio como lo es la paja, los beneficios terminan ahí. Con el fin de aumentar su asequibilidad para las masas, los paneles metálicos se producen lo más delgados posibles. Los paneles son delgados que pueden ser comprados en locales, enrollados y transportados en bicicletas. Estos significa que los paneles -no sujetados correctamente- pueden volarse en días ventosos, pero el mayor problema es la transferencia de calor a través de los paneles: el calor del sol se transfiere directamente a través de la estructura haciéndolo parecer un sauna. La gente es consciente de este hecho, sin embargo, debido a que el techo de metal es un símbolo de estatus, sigue siendo preferido por la gente.
Mientras los techos de metal no tiene propiedades térmicas de aislación, los de paja sí lo tienen. La paja absorbe el calor del sol así como también permite que el calor interior escape gracias a que el material es capaz de respirar. Lo mismo puede decirse de los muros de barro o las construcciones de adobe. Los muros absorben el calor de día, volviendo más fresco el interior e irradia el calor de noche volviendo el interior más cálido que el aire exterior.
Además de estos beneficios funcionales, la arquitectura vernacular utiliza materiales que se encuentran localmente, lo que lo convierte en una arquitectura muy sustentable. El barro usado en la construcción es usualmente tomado a solo metros de donde la estructura se construye. Importando materiales extranjeros, como paneles de metal -que en realidad no funcionan tan bien como otras técnicas locales-, simplemente no tienen sentido. No obstante, la mayor pérdida es su identidad cultural, el genius loci. Resulta irónico que la única estructura verdaderamente construida de materiales vernaculares son alojamientos para turistas que quieren experimentar la verdadera África.
Actualmente, existe muy poca información en internet sobre la arquitectura vernacular africana. Estas percepciones negativas continúan porque no hay un recurso que promueva la belleza y funcionalidad de la arquitectura vernacular.
Para cambiar esto, en abril de 2014 cree una base de datos para preservar imágenes de la arquitectura vernacular de cada país africano, mostrando su diversidad e importancia. El objetivo del banco de datos es que las personas envíen sus propias imágenes para popularizar el sitio web. Una investigación adecuada en cada país africano es prohibitivamente cara, pero en la era de la tecnología, tomar una fotografía y subirla a la base de datos es bastante realista. Una app (aplicación) fue recientemente creada para iPhone para hacer esta tarea más fácil. Las imágenes que ya han llegado, provienen de Etiopía, Ruanda, Zambia, Benin, Swazilandia, Nigeria, Malawi y Sudán del Sur.
Por mucho tiempo, la arquitectura vernacular africana ha sido un tema ignorado e ignorado, desafortunadamente. La gente dice que es necesario tener documentación, pero nada se ha hecho hasta ahora. Ya sea debido a las dificultades en la obtención de financiamiento o simplemente apatía, la verdad es que poquísimos datos pueden ser encontrados online. Ha habido una tendencia por algún tiempo en la arquitectura occidental de ser (más) sustentable. ¿Hay lecciones que deban ser aprendidas de la arquitectura vernacular africana? Con tan poca información para estudiar, es difícil decirlo, no se pueden hacer observaciones con datos incompletos o parciales. El banco de datos es una plataforma para presentar imágenes, lo que lleva a la consistencia, lo que lleva a la apreciación, y cuando el valor es colocado sobre las estructuras vernáculas, quizás estos mitos cambiarán. El tiempo para la documentación es ahora, antes que esta parte de la cultura desaparezca para siempre.
Africa Vernacular Architecture
Jon Sojkowski es un arquitecto registrado con pasión por la arquitectura vernacular africana. El interés comenzó cuando él era voluntario de los Cuerpos de Paz, viviendo en una choza de barro en Zambia y ha tenido la oportunidad de documentar la arquitectura vernacular en todo el país. En 2014 lanzó una campaña vía Indie GoGo para dirigir una investigación similar en Malaui. Además de su sitio web African Vernacular Architecture Database, su investigación puede ser vista en sus sitios Zambia Vernacular Architecture, Malawi Vernacular Architecture y Swaziland Vernacular Architecture. Jon vive en Beaufort, Carolina del Sur (Estados Unidos) y está buscando activamente oportunidades para dirigir nuevas documentaciones en África.
Sojkowski puede ser contactado en africanvernaculararchitecture@gmail.com.